Será fácil dar respuesta ¿Como te sientes? , ¿Tienes ganas o te gusta ir a tu sesión ¿Cambió tu perspectiva acerca de lo que te pasa/paso? Dejando de lado la simpatía que pueda existir hacia tu terapeuta, ¿ves alguna evolución interna? ¿Sientes que tu terapeuta se acuerda de lo que le contasté, se  interesa por lo que te pasa y lo que se relacione con tu relato? Si las respuestas son afirmativas, es porque la terapia está funcionando.

El paciente se da cuenta. Si el terapeuta mira todo el tiempo el reloj, si vive atendiendo el celular, en algunos casos el paciente se incomoda por no lograr percibir interés de parte del terapeuta, si sale peor de lo que entró, si el analista no recuerda su historia, son indicadores que recibe el consultante para abortar dicho tratamiento.

Generalmente se interpreta el alejamiento no consensuado del paciente como una resistencia hacia el tratamiento o como un escape de una dolorosa realidad.  Considero que no siempre es así.Puede ocurrir que algo no haya resultado durante el proceso  ( actitud del terapeuta, la técnica o el vínculo entre analizante y analizado. Incluso hay situaciones donde el doliente solo necesita poner en orden ideas, y lográ concientizar de manera breve su problemática, por lo que decide ya no acudir.

a lo cual es importante notificarlo con anticipación con el objetivo de hacer un cierre a dicho proceso.